Plaza de armas de Arequipa

Uno de los muchos lugares luristicos que ofrece Arequipa.

Condor de Arequipa

Este magnifico animal sobrevuela el Cañon del Colca.

Danzas de Arequipa

Una region con una rica cultura

Rocoto Relleno Arequipeño

Famoso plato típico de la Arequipa.

La devocion a la virgen de Chapi

Es una de las costumbres que posee esta región.

lunes, 24 de agosto de 2015

La Mano del Cementerio

Esta es una historia real, pasó en la ciudad de Arequipa, es de una joven hermosa que siempre maltrataba a su madre.

La mano del cementerio
Cementerio
Ésta un día le brindó una golpiza que hizo que su madre la maldijera.

Esta joven falleció antes que su madre. La enterraron, pero a los tres meses su madre se percató de que la mano de su hija sobresalía de la tumba. Hizo que la enterraran por encima. A los tres meses de nuevo se dio cuenta de que la mano de su hija sobresalía. Esta, preocupada, llamó a un sacerdote para que observara el caso. Este la bendijo y la mano ya no volvió a salir.

Después de años la gente que vivía en las inmediaciones del cementerio comenzó a observar a una joven toda de blanco vagabundear por el cementerio.

Una noche un dj de la ciudad que siempre pasaba por ahí después de su noche de trabajo se fijó en una joven, le dijo que subiera a la moto, ella accedió y sólo se inmutó al decir dónde vivía; él la tomó de la mano y notaba que era demasiada blanca y helada, le prestó su casaca y la llevó a su casa.

Al día siguiente se dio cuenta de que le había prestado su casaca a la joven, fue a su casa y al preguntar por ella su madre se enfureció y casi lo maltrata, pero le sorprendió la insistencia del joven así que le dijo que su hija había muerto. Él no le creyó ya que la noche anterior la había visto, la madre lo llevó a la tumba de la hija y para sorpresa de los dos estaba la casaca sobre la tumba. Los dos se volvieron locos: el chico se suicidó en el manicomio y de la señora no se sabe nada.

Hasta ahora se le puede ver a Monica, la condenada, en las inmediaciones del cementerio de esta ciudad.

Novia sin Cabeza

Una vez terminada la conversación, tuve que despedirme de mi buen amigo el párroco y aventurarme a la soledad de la noche que a veces a estas altas horas de la noche es muy solitaria y silenciosa. Antes de partir hacia el cercado mi amigo el párroco me deseo suerte y me advirtió de los peligros y sustos que se pueden dar a la oscuridad de la noche y me dio un crucifijo.

La novia sin cabeza
Novia sin cabeza
Gracias le dije y yo no estaba tan preocupado por ninguna de esas viejas leyendas de vampiros, fantasmas y duendes que existen, yo no creo en ese tipo de historias, en cualquier caso yo siempre me había caracterizado por mi valentía.

Ya había recorrido gran parte del camino para llegar a la vieja casona donde vivo, cuando atravesé por la callejuela de Santa Catalina, vi algo inesperado, a escasos metros pude ver la figura de una dama , llevaba un vestido blanco y manchado de sangre, sosteniendo en una de sus manos una cabeza y a esos escasos metros escuche que lloraba.

Quede consternado por lo inexplicable y sobrenatural, me detuve por unos minutos y espere que aquella entidad misteriosa desaparezca, sin embargo recordé el crucifijo que lo tenía en mi bolsillo, y este me dio valor para seguir mi camino, porque si no me tardaría en llegar a mi casa a descansar.

Cuando di unos cuantos pasos hacia adelante quede más estremecido al ver que aquella espantosa dama se acercaba a mí. Su rostro ensangrentado en su mano me lleno de espanto y terror. No pude seguir caminando mi cuerpo se deslizo al suelo del susto en esos momentos temí por mi vida y mi corazón latía más rápido, metí mi mano al bolsillo y saque el crucifijo que me dio mi amigo el párroco.

Al acercarse más la aterradora figura de la mujer pensé que este podía ser el fin de mi existencia y me daría un ataque de susto. Tenía el crucifijo en mis manos y con mucho esfuerzo con mis manos tembloroso apunte el crucifijo hacia ella.

Entonces escuche un horrible y bestial llanto, la desgarradora figura empezó a alejarse de mi rápidamente, perdiéndose por el callejón que está detrás de la Catedral.

Me levante de la helada pista y con el crucifijo en mi mano me arme de valor y decidí perseguirla, recorrí una cuadra de la calle San Francisco y luego al dirigir mi mirada hacia las afueras de la catedral vi que su cuerpo empezaba a elevarse y así perderse en la oscuridad del infinito cielo.

Al día siguiente desperté muy tarde y al recordar lo que me pasó en la noche no podía creerlo, me había encontrado cara a cara con la novia sin cabeza, una leyenda de hace mucho tiempo, dicen que era una dama que un día antes de casarse sufrió un accidente, y estuvo a punto de perder la cabeza, por eso sale en las noches a deambular por las calles haciendo asustar a los incrédulos transeúntes que caminan muy de noche. Salí de mi casa a ver a mi amigo el párroco y agradecerle por haberme proporcionado su crucifijo porque si no lo hubiera hecho, tal vez no hubiera vivido para contarlo.

La Sirena del Puente de Fierro

Este largo puente con estructura de fierro fue una obra de Eiffel, además nuestro puente es el más largo de Sur América, cuenta la leyenda que existe una sirena debajo de este puente, es la la hija de la sirena que vive en el puente Bolognesi, en este puente, pegado al risco hay una piedra grande donde vive esta sirena.

La sirena del puente de fierro
La sirena vive debajo en puente Bolognesi, se dice que a partir de las 6 a 7 de la tarde cuando sale a lavar sus vajillas y los que van esa hora desaparecían.
 
A esta gran piedra la denominaran Machiruna, esta piedra es la puerta de ingreso al rio subterráneo que hay detrás del río Chili. Allí empieza la casa de la sirena, la piedra está amarrada en la parte de abajo por la fuerza de todos los brazos de los hombres que han desaparecido.
Este río subterráneo se comunica con la casa de su madre, que une en el puente Bolognesi, cuando se reúnen hacen grandes fiestas, esta sirena sale a lavar sus vajillas entre las seis y siete de la tarde, los que iban al río a esas horas desaparecían, la sirena los encantaba.

El castigo de estos hombres que desaparecían, era que veían a la sirena sentada sobre una piedra mostrando coquetamente su cuerpo delgado, su larga cabellera y su cola de pez con escamas de siete colores, los hombres al mirar se quedaban encantados y caminaban hacia ella y de pronto escuchaban bellas melodías que salían de las vibraciones del agua y ahí quedaban atrapados. La sirena cogía la varita mágica y movía la piedra Machiruna y en ese instante el hombre desaparecía entre las aguas y nunca más se los volvía a ver.

El Tesoro de Chachani

Según la historia el tesoro se encontraba dentro de una gran cueva y en ella había un río subterráneo, el misterio de esta historia lo resolvió un hombre que ambicionaba con estos tesoros.

El tesoro de Chachani
Tesoro de Chachani
Este hombre empezó a caminar desde el puente Grau en dirección al Misti, siempre por el lado izquierdo y los ojos bien abiertos tratando de descubrir algún indicio de la desembocadura del otro río. Terminando el día llego hasta las partes altas del valle del Misti chiquito y el esfuerzo fue en vano.

De regreso a su casa pudo esclarecer nuevas ideas: los agricultores de Socabaya extraen agua de algunos pozos distantes que vienen de los deshielos del Pichu Pichu, éste agua según los agricultores vienen de los ríos subterráneos.

Al día siguiente muy temprano fue a las partes altas de Uchumayo hasta llegar a las viejas canteras de sillar y así sospecho que las filtraciones de aguas venían de Chachani, entonces aquellas filtraciones de agua le llevarían hasta el río subterráneo.

Camino siguiendo las húmedas tierras. Mientras avanzaba, las filtraciones desaparecían y aparecían en lugares diferentes. Camino cientos de metros hasta que la humedad desapareció en forma definitiva, miro a lo lejos y vio muy distante el Chachani, a cierta distancia se encontraba algunos arbustos de pie, que le indicaban que bajo sus raíces estaba aquel río subterráneo.

Entonces cogió tres piedras formando un triángulo, esta era la señal para saber dónde se había quedado, seguidamente apuro sus pasos para llegar rápidamente al pueblo.

Para ver la dirección exacta del río subterráneo se dirigió donde el mejor chaman del pueblo y este le vendió un palito de Hoque en forma de “y” más los conocimientos como debería utilizar esta herramienta y así resolvió el enigma y con el misterioso palito fue al lugar donde dejó el triángulo de piedras.

Decidió a lo que vendría, cogió el palito y esta herramienta de rato en rato le indicaba donde había agua. Luego de avanzar varios kilómetros casi llegando a las faldas del Chachani el palito dejo de funcionar , ya no daba indicios del río subterráneos, observo que la última piedra estaba junto a un cactus, nuevamente construyó un triángulo de piedras y así muy contento y cansado se regresó al pueblo.

Al siguiente día cogió algunas herramientas camino obsesionado por encontrar el gran cacto, al encontrar empezó a cavar un hueco, el río subterráneo estaba a cinco metros de profundidad. Ya llevaba varias horas cavando y la profundidad del hoyo crecía junto a la humedad de la tierra, hasta que descubrió la dureza del suelo y al pegar la oreja escucho el sonido del río subterráneo y con el pico logro hacer un pequeño orificio y así descubrió el río.

Con el deseo de llegar al río, agrandó aquel orificio y bajo con un pequeño costalillo y siguió caminando hasta encontrar una cueva y la altura del pozo, pasaba diez veces su cuerpo y miro que la salida se estaba tapando y todo se oscureció. El hombre se llenó de miedo y al mismo tiempo sacó un mechero de su bolsillo y lo encendió y con esa luz recobró la calma.

Avanzó en dirección contraria a las aguas con el mechero en manos, avanzó como tres kilómetros y las aguas dejaban de moverse, a medida que el avanzaba encontró retazos de tela, luego algunos huesos humanos y en una de ellas encontró una cadena con una cruz de oro.

Al tiempo que avanzaba la tienda se agrandaba y en allí encontró piedras talladas en formas de asiento y al levantar la mirada en la pared estaba dibujado el rostro de Cristo. Al salir de este cuarto, encontró un gran patio y una pequeña catarata. Su último mechero ya se acababa y con poca luz, corrió desesperado y en una de las paredes encontró un mechero de oro finamente trabajado por manos artesanales, sin pérdida de tiempo la encendió y la cueva se ilumino sin dejar espacio oscuro.

Siguió caminando y encontró en una de sus habitaciones paja y en el suelo varios esqueletos que vestían la túnica de sacerdotes jesuitas formando un circulo y en el centro varias cajas de madera, se acercó a estos esqueletos tenían crucifijos y en los dedos anillos de oro con piedras preciosas.

Tomo estos tesoros y los puso en su cuello y los aros en sus dedos, también encontró una biblia en latín y a su lado un libro donde decía “testamento de los jesuitas” y algunos pergaminos, cuadros de la ultima cena y la resurrección de Cristo.

La tierra empezó a temblar y algunas partes de la cueva se desprendieron, no perdió el tiempo y corrió al centro de aquellos esqueletos y al abrir una de las cajas encontró la mayor diversidad de joyas, y en ello había cáliz de oro, coronas, pulseras, etc.

Antes de abandonar el lugar lo dejo bien marcado para poder regresar, tenía todo el camino bien marcado ya casi llegaba al pueblo, se sentó a descansar y a contemplar sus preciosas joyas y muy contento por esto de pronto sus joyas empezaron a desvanecerse por si solos y desaparecieron poco a poco y el hombre no se explicaba por esto, perdió todo el tesoro que pudo extraer del Chachani, y no volvió a pensar más en ellos por que comprendió que estos son de los jesuitas.

Vieron Al Diablo

Situado en la calle de Santa Rosa, casi cerrando la de Santa Teresa, existe en Arequipa una caserón, cuya pared del sur es medianera con el monasterio de la santa límense. Por detrás, formándole fondo, se extienden las chácaras. Tambo de Santiago es el nombre con que se ha conocido siempre, hasta que, en los últimos tiempos, dejó de ser posada unas veces y cuartel otras para remozarse con el aspecto de casa habitación por familias. Que quién fue ese Santiago, me preguntará sin duda la curiosidad insatisfecha. Pues no lo sé, y se la dejo a los futuros tradicionistas para que se devanen la paciencia en averiguarlo. Puede que fuese el primitivo propietario del caserón o algún tipo popular En el albergado, en el caso que en el viejo Tambo había un cuartucho que, por hallarse a algunas varas sobre el nivel del suelo, tenía una pequeña escala de sillar, y que en ese cuartucho habitaba Doña Mariquita, la Montufar, señora que era una viejecilla cuyo molde barrunto ya se ha roto en Arequipa. Pequeña, encorvada por los años, de expresión apacible, pobre, pero decentemente vestida, doña Mariquita no se preocupaba por la lucha cruel de la existencia. Después de oír muy de madrugada la primera misa y de encomendar, con masculleos interminables, a justos y pecadores, pasaba el día prestando servicios aquí y allá, por apego a la casa de personas conocidas, sin remuneración, sin otro gaje que el resto de comida que unas veces le daban aquí y otras allá.

Vieron el Diablo
Vieron el Diablo

Resto de comida era ese que la santa señora llévaselo a su cuartucho en la respectiva ollita de barro, y allí, muy tapadito, preservándolo de perros y gatos, lo guardaba hasta el siguiente día, y al siguiente día, sin recalentarlo, frío grasiento, ticca, como por acá dicen, se lo saboreaba con el más grande contentamiento del mundo. Y jamás le causó daño la imponderada bazofia.

Prueba evidente de santidad era ésta para los malandros de mi tierra, que, por lo visto, nunca tropezaron en su almanaque con Santa Higiene. Añádase que para Doña Mariquita era cosa corriente conversar a cualquier hora con los grandísimos ociosos de la corte celestial, por cuya envidiable preeminencia el demonio le cobró tal ojeriza que, con más terquedad que impertérrito piquín, la perseguía, apareciéndosele en el rato menos pensado, a la menor volteada del rostro.

Cierto mataperros, que, a vivir en los modernos tiempos, hubiera sido incomparable jefe de palomillas, se propuso jugarle una pasada. Y, dicho y hecho, después de desnudarse, se restregó todo él con cabezas de cerillas, que lo dejaron ígneo, fosforescente, fulgurando como verdadero condenado. Y así, en la obscuridad de la noche, ovillándose casi, se agazapó a la puerta del cuartucho y esperó a que los instantes pasaran.

No transcurrieron muchos, cuando doña Mariquita, cargada con el peso de la edad, ítem más con la consabida ollita, se apareció en el primer peldaño. Ver la bola de fuego y hacerle cruces e invocar a Jesús, María y José, todo fue uno. Pero, como acostumbrada estaba a la persecución del diablo y a ponerlo-en fuga con sólo trazar cuatro garabatos en el aire y murmujear el principio de un rezo, no se detuvo, y prosiguió la anciana segura de que el maldito se haría humo. Mas el maldito comenzó a desovillarse y a erguirse y a crecer y a asumir forma humana. No esperó más doña Mariquita, que, en su idiotez mística, pudo darse cuenta de que esta vez no era como en las otras, y, lanzando estridente grito, se arrojó gradas abajo.

Cuando los numerosos vecinos del Tambo acudieron al grito, la encontraron exánime, con un pie dislocado y con alguna salpicadura de sangre en la cara. Cerca de ella, esparcidos entre restos de comida, yacían los fragmentos de la ollita. Y por las chácaras, vieron que huía a todo correr una forma humana, hecha de fuego, fantástica, a la cual, en su espanto, hasta flameantes cuernos distinguían. No quedó diestra que no le hiciera cruces y cruces y más cruces, y a cada cruz el fantasma de fuego caía por tierra y en vano se levantaba porque era otra vez derribado por el signo cabalístico de los dedos, hasta que por fin se perdió en la lobreguez de la noche.

Volvió en sí doña Mariquita y duda no le cupo de que había visto al diablo en persona, y si duda hubiera, ahí estaban los numerosos vecinos que juraban y re juraban que el infernal bicho bicornado a cada tanda de cruces rodaba por el suelo. Mientras tanto el mataperros de la historia, que oía a los hombres del barrio conversar de la terrible aparición, a las mujeres deshacerse en ponderaciones y a los chiquillos llamar en su amparo a la mamá, callaba y se sonreía, recordando susto que se llevó al ver desbarrancarse a la viejita, la carrera desenfrenada a través de los campos recién segados, los tropezones continuos en los bordes y rastrojos, y la inquietud con que llegó al recodo en que había dejado oculto el lío de sus ropas.

El Hijo Del Misti

Un día la corteza terrestre vio nacer a un cerro llamado hijo del Misti, por estar muy cerca de su padre. El padre de alegría expulso cenizas, vapor de agua, lava fuego. Al finalizar la cresta de la tierra se vio mortificada, el padre había perdido en ese alborozado momento, la parte cónica de su belleza singular. Con el transcurso de los años, la alarma creció el misticito estaba creciendo en un lugar mal ubicado, donde provocaría que su padre erupcione y además el Chachani pelee con el misticito, su sobrino, para existir y como es normal su hermano el Misti saldría en defensa de su hijo y se produciría un gran enfrentamiento y la pelea se expandiría al Pichu Pichu y otros volcanes.

Hijo del Misti
Hijo del Misti
Los primeros en evitar que este siga creciendo fueron los gentiles que vivían en las laderas del río chili, estos se abrumaron y pensaron que lo mejor sería irse a vivir a otro lugar, pero del firmamento apareció unos objetos brillantes, con muchas luces azuladas, verdosas, estas naves silenciosas bajaron y se posaron muy cerca de los gentiles, de esta salieron unos hombrecitos pequeños del tamaño de los gentiles, ellos hicieron amistad conversaron lo necesario y ambos se despidieron a cumplir cada con su promesa.


Todos los gentiles bajaron de la superficie de la tierra varios kilómetros y así llegaron al centro de la tierra. Ellos pronunciaron palabras mágicas con lo que consiguieron atraer mucho oro en los bolsillos.

Al regresar a sus casas empezaron a fabricar con este mineral eslabones abiertos a su extremo, tal como era lo convenido con aquellos, Hombrecillos.

Pasaron varios meses hasta que un atardecer todos los gentiles caminaron en dirección al Misticito y allí se reunieron llevando sus eslabones y más noche ya habían formado una larga cadena de oro, con lo que encadenaron al hijo del Misti con varias vueltas.

Al finalizar esta promesa, las naves silenciosas al ver que los gentiles habían cumplido su promesa empezaron a lanzar desde sus naves un rayo de fuego a la tierra abriendo grietas profundas y así fue como cortaron las raíces del Misticito. Terminando con esta promesa ambos se despidieron y muy satisfechos.

Han pasado miles de años, los gentiles han desaparecido de la faz de la tierra, el Misticito empezó a hacer fuerza queriendo romper la cadena, y por las noches se veía desde lejos que el Misticito botaba leguas de fuego por la cintura y además se escuchaba de él "voy a crecer tan grande como mi Padre".

Un arriero que fue testigo de esto, se dirigió a la ciudad a decir a todos los arequipeños, que el Misticito tiene mucho poder y que todos de la ciudad deben evitar su crecimiento cruzando su cuerpo con fajas de fierro, amarrándolo y así nunca llegue a ser como su padre el Misti.

Fue un padre Sabuesa quien detuvo el crecimiento del pequeño volcán, mandando a construir unos enormes zunchos de fierro y con ellos amarró al Misticito de tal manera que ya no pueda crecer.

Duendes Arequipeños

Muchas veces habrá oído hablar de los duendes dice que son pequeños hombrecitos de menudas proporciones, tienen una barba larga y a veces llevan un sombrero grande.

Duendes Arequipeños
Duendes Arequipeños

Se dice del origen de los duendes son de aquellos niños que mueren sin ser bautizados o los fetos que fueron abortados y echados al río, también dicen que las mujeres que tenían relaciones fuera del matrimonio orinan duendes, para prevenir que niños fallecidos se conviertan en duendes es hacer un señal de la cruz con agua bendita y luego enterrarlo junto al pequeño, la cruz también bendecida.

Los adultos no pueden ver a los duendes ya que estos son invisibles ante los ojos del adulto impuro, y visibles para los niños puros.

Son pequeños seres traviesos, se divierten con los humanos, haciéndoles bromas de toda clase, ellos se esconden bajo las camas y los pesados muebles y en los cuartos oscuros, viven en los lagos que han sido engendrados en callejones oscuros, en los zaguanes mal iluminados o en la tibia intimidad de los maizales. Ellos hacen un sin fin de cosas, tocan el cuerpo de las personas y se esconden y agarran cualquier objeto y los ponen en cualquier lugar, anudan las piernas de los pantalones, también ocultan tesoros y saben dónde encontrar el Oro.

Duendes Arequipeños
Duendes Arequipeños

A veces tocan una flauta y atrapan la voluntad de la gente, dejándose llevar por su magia hasta sus dominios.

Algunos duendes son viejos barbaros y pequeños, estos son malignos y peligrosos causan terror a quienes lo ven, a veces se pegan a las espaldas de los humanos y como no hay como desprenderse de estos, pueden conllevar a la muerte.

También adormecen y reaniman a los hombres soplándoles el rostro, dicen que sus excrementaron color amarillo y cuando cae el sol se volatizan, muchas veces imitan el llanto del bebe, confundiéndolos.

La única forma de deshacernos de estos duendes maléficos, es hacer llorar a un niño, y a un duende.

El Puente Del Diablo

El puente Juan Pablo II que se encuentra al final de la avenida Ejercito que limita con cerro colorado, antiguamente se llamaba “El puente del diablo” según las versiones de antiguos arequipeños lo sabemos porque lo llaman así:
Puente del Diablo
Puente del Diablo (Puente Juan Pablo II - Arequipa)
Existía en esa subida para cerro colorado una picantería; que la dueña contrató una bella jovencita para llamar a la clientela. La propietaria se enteró que la bella jovencita estuvo embarazada y le propuso en practicarle una extracción o sea un aborto y al realizarse semejante inhumana acción, botaron el feto debajo del puente que todavía no tenía nombre.

Cuando pasaron los años y la jovencita ya adulta, paseaba por esos lugares cerca del puente; cuando escuchó llantos de una criatura, Conmovido por la acción desnaturalizada de alguna mamá, bajo a la torrentera para recoger al bebé y lo cubrió con su manta, cuando caminaba con la criatura en brazos, sintió que los lloriqueos se convirtieron en gruñidos y estaba siendo arañada y rasgada. Había recogido al mismo demonio, la mujer desesperada corrió al puente y lo arrojo la criatura infernal.

Posteriormente la mujer se volvió loca en castigo de haber abortado y haber arrojado a la criatura bajo la torrentera y por ello el puente lo bautizaron “El puente del diablo” hoy puente Juan Pablo II.

El Diablo De La Catedral

El diablo que existe en la catedral de Arequipa vino de Francia, de acuerdo al legado de la señora Javiera Lizárraga de Álvarez Comparet. Dicen que como Dios, el diablo está en todas partes, pero en bulto y con cola agárrense feligreses, está nada menos que en la catedral de Arequipa que debe ser uno de los lugares del mundo, tal vez el único, en que una imagen da Satanás se luce al interior de una iglesia.

Diablo de la Catedral de Arequipa
Diablo de la Catedral de Arequipa
Si bien la imagen del amo del infierno no recibe veneración pública, cabeza y cuerpo con alas y cola enroscada de serpiente, esta hermosa’ obra de ebanistería se mandó construir por disposición testamentaria de la señora Javiera Lizárraga de Álvarez Comparet, de los talleres de Buisine — Rigot en Lille (Francia) el arequipeño Don Juan Mariano de Goyeneche y Gamio, quien por los tiempos en que se fabricaba el pulpito era ministro plenipotenciario del Perú, en Francia, fue el encargado de gestionar la feliz culminación de la obra que fue terminada después de 15 meses de trabajo y a un costo de 25,000 Francos (Gracias señora Javiera), lo curioso del caso es que el pulpito estuvo apto para traerse a Arequipa el Fatídico año de 1879. y cuando ya habían llegado a Francia las noticias de la guerra que el Perú sostenía contra Chile, no sabemos cómo «cosas del Diablo» decían mi abuela en medio de la guerra, con los puertos peruanos asediados y bloqueados, con las rutas marítimas súper vigiladas, etc.

El Chaco Pesca

Era motivo para conocer al hijo del gran hacedor del cielo, del agua, el aire y la tierra, creador de todos los seres que viven en este planeta, conocer al descendiente del hijo del sol, el gobernante del gran imperio, que estaría presente y dar inicio a la festividad del “Chaco Pesca”. Vendrían de todas las poblaciones cercanas de los valles vecinos y todo lugar de donde se podía llegar para vivir este acontecimiento y conocer a su inca. La expectativa era grande.

El Chaco Pesca
El Chaco Pesca

El Inca se situaba estratégicamente en el lugar hoy conocido como “Los Pacaysitos” donde se celebraban algunos ritos religiosos en el “UNOS” lugar también donde se realizaban las celebraciones principales; recibía el saludo del pueblo, después de recibir el saludo de los principales jefes de la zona pasaba a recibir a los competidores a quienes les arengaba para que desempeñaran de manera óptima en la competencia , se retiraba a lo alto del cerro denominado el Castillo, donde apreciaba a la belleza del valle en toda su magnitud.
Cuando los participantes estaban en el agua con sus balsas y atarrayas, esperaban que el Inca levantara la mano y la bajara para que dé inicio la competencia, a pesar del caudal que tenía el río, la destreza de los competidores hacían ver que no era ningún obstáculo desplazándose con facilidad sobre el agua.
La prueba consistía en navegar desde los Pacaycitos hasta el chiflón a la vez pescar durante el trayecto lizas, pejerreyes y camarones, llegaban al chiflón y retornaban corriendo hasta huacapuy, El que llegaba primero y la mayor pesca era el ganador.

En las riveras del río los pobladores se apostaban para ver el espectáculo y dar ánimos preferenciales a sus admirados, los alentaban durante todo el trayecto haciendo que los competidores eleven el ánimo para remar y luego correr.

El premio al ganador era la más bella, hermosa, soltera y joven ñusta de la región que, previamente para esta festividad, era entregada por el mismo inca como trofeo y anunciaba la apertura de la pesca de los camarones.

Recompensa que recibían todos los pobladores que habían respetado la temporada de veda, ya que aquel que pescó en esa época era castigado con la expulsión del poblado no solamente el sino inclusive su familia por cometer este delito contra el respeto a la naturaleza y el sustento alimenticio de sus semejantes, además de no haber cumplido con el mandato del Inca.

Después de terminada la competencia y la apertura a la pesca, seguía la fiesta que duraba varios días, presenciando las danzas traídas de la sierra de la selva y por su puesto las danzas de la costa donde bailaban propios y extraños hasta agotar la última de sus energías, saboreando las sabrosas capiscas de camarones y pescado tanto del mar como del río.

Platos Típicos de Arequipa

La cocina arequipeña es una de las más variadas y sabrosas del Perú. Tiene platos típicos, en cuyo rehogado interviene necesariamente el ají molido, lo que le confiere un sabor especialísimo y un picante que invita a beber la chicha, un cocimiento de jora de escasa fermentación.
Se destacan particularmente los chupes de diversas clases, que corresponden a cada día de la semana. Así, el lunes es el chaqué, el martes el «chairo», el miércoles el pebre, el jueves el “chupe de frejoles”,  el viernes el chupe de camarones, el sábado la “timpusca”, el domingo el «blanco de lomos». Además, hay otros como el rache, la chochoca, el de chuño molido y el “Timpo de Rabo”.
Entre otros platos de la culinaria figuran el rocoto relleno, el locro de papas, el soltero, «sarza» de machas o de tollinas, “carnenolla”, ají de lacayote, adobo, ají de camarones, “loros” con “llatan”, Ocopa de nueces y de camarones, “sivinchi” de camarones, escribano, “iro”, “cauchi” de queso, etcétera.
ROCOTO RELLENO
Cortar la parte superior del rocoto, a manera de tapita, y quitarle las semillas. Remojar en agua con sal para quitarle el picante. Rellenar con carne picada, maní, pasas, huevo duro picado, aceitunas y un poco de aceite. En una sartén hacer un rehogado de ají colorado molido, queso mantecoso cortado en láminas, un poco de leche y sal. Los rocotos y papas peladas se colocan en torno, agregándole más aceite, para luego ponerlo al horno.
Rocoto relleno
AJÍ DE LACAYOTE
Pelado el lacayote, cortar en tajadas chicas de 1 cm de grueso y dejar en agua durante algunos minutos. En una cazuela preparar un rehogado de ají amarillo molido, al que se le agrega pimienta de olor, aceite, poco ajo y un poco de leche. Cuando este rehogado se haya «cortado», agregar el lacayote y buena cantidad de queso mantecoso. Dejar hervir hasta que el queso se ponga ligoso y agregar papas sancochadas partidas en cuatro.
Para preparar este sabrosísimo plato arequipeño se corta el chancho en pedazos regulares, a los que se deja macerar en una salsa preparada con chicha, vinagre, ají colorado molido, pimienta y bastante comino. Es conveniente que la maceración dure varias horas. Cuando la carne está calada por la salsa, poner todo al fuego en una cazuela, preferiblemente de barro, haciéndolo hervir a fuego no muy vivo. Luego añadir cebolla cortada verticalmente en trozos anchos, sirviéndose bastante jugo.
Ají de Lacayote
CUY CHACTADO
Una vez pelados y desprovistos de sus entrañas, untar los cuyes con una salsa de ají colorado molido, sal, pimienta, ajos y comino, mezclados con aceite, dejándoles reposar una media hora. Luego colocarlos en una sartén con piedras encima para que se doren. Se sirven con papas sancochadas.
Cuy chactado
PAPA A LA OCOPA
Este famoso y típico plato arequipeño se hace de la siguiente forma: tostar ají amarillo, abrir para quitarle las semillas y rebajarle el picante con agua con sal. Asar una cabeza de cebolla y un diente de ajo directamente al fuego. En una sartén tostar y pelar maní, reunir con lo anterior y moler hasta formar una pasta, a la que se agrega galleta seca y pan seco, continuando la molienda hasta que todo quede integrado. Añadir aceite en cantidad, hasta que la pasta pierda dureza. Servir con papas sancochadas, rebanadas de huevo duro y aceituna, amén de una hoja de lechuga como adorno.
Papa a la Ocopa
CHAIRO
En una olla se hace hervir trozos de carne de vaca, para hacer un caldo. Una vez listo éste, echar en otra olla en la que se ha rehogado ají amarillo molido con ajos, cebolla picada en trozos menudos, sal, aceite y pimienta de olor. Luego, agregar papas cortadas en cuatro, chuño negro, un trozo de cecina, lengua y tripas de carnero cortadas en pequeños pedazos de una pulgada o menos de largo. Se deja hervir con un poco de «patasca» y una ramita de orégano. Se sirve con un poco de maíz tostado.
Chairo
Estos son los principales platos típicos de Arequipa, su gastronomía es muy grande y variada, en todo el Perú se puede disfrutar de buenos platos, los turistas siempre se encantan por las comidas que encuentran en nuestro país.

Personajes Ilustres de Arequipa

MARIANO MELGAR
Breve y tocada por el infortunio fue la vida de Mariano Melgar, el joven poeta y músico arequipeño encendido por un amor sin tregua por la mujer de sus sueños, Silvia. Poeta y tañedor por excelencia del «yaraví», combatiente por la independencia nacional, cayó abatido por las balas realistas triunfantes, después de la batalla de Umachiri, el 12 de marzo de 1815.
Un hálito romántico y de inteligencia superior rodea a Mariano Lorenzo Melgar, desde sus primeros años. Nacido el 12 de agosto de 1790, del segundo matrimonio de su padre, don Juan de Dios Melgar y Sanabria, con doña Andrea Valdivieso y Gallegos, vivió con sus ocho hermanos de padre y los diez de padre y madre en la antigua calle de Santa Teresa, casi flanqueada por los templos de Santa Marta, Santa Teresa y San Pedro. El espíritu familiar, el ambiente pacato de la Arequipa de entonces y tal vez su propia inclinación inicial, le llevaron tempranamente a la carrera sacerdotal. Pero el espíritu liberal iba invadiendo su corazón, y tímida y medrosamente dejó un día los acordes sacros para ensayar una muy tenue melodía profana de su inspiración.
Inclinado hacia la música, Mariano Melgar abandonó la carrera sacerdotal y dejando el órgano sonoro al que arrancaba notas dedicadas a Dios, pulsó la guitarra, la primera guitarra que le regaló su amigo Pascual Arias, para dar rienda suelta a un amor, al más apasionado amor por una mujer, cuyo nombre ni siquiera se atrevió a mencionar en sus versos de desesperación y desconsuelo.
Cruzando el rumoroso río, en una casona secular, vivía María Santos Corrales, prima de Melgar, la Silvia de su inspiración y fuente de su amargura sentimental. Los primeros escarceos amorosos calaron tan hondo en el corazón del joven ex seminarista, que todo su impulso vital se dirigió hacia la mujer amada; y música y verso brotaron de su inspiración juvenil, para cantarle.
 
Mariano Melgar
 
DEÁN VALDIVIA
Símbolo permanente de Arequipa, Juan Gualberto Valdivia, más conocido como el deán, simboliza la pasión terca, nacionalista y libertaria del espíritu arequipeño. Primerísima figura en la turbulenta etapa de las revoluciones de Arequipa. Su oratoria llega al nivel del pueblo, al que arrebata con su ira santa. En 1856 fue elegido diputado por Arequipa a la Convención Nacional. Fue uno de los fundadores y presidente de la Academia Lauretana. Fundó el colegio nacional de la Independencia Americana, del cual fue director en 1827 y 1844. Contribuyó a fundar la Universidad de San Agustín de Arequipa, asumió cátedra y ocupó el rectorado en dos oportunidades. El deán Valdivia nació en la humilde caleta de Cocotera distrito de Tamboallá por el 12 de julio de 1796. Murió el 12 de diciembre de 1884. Tres años antes, al cumplir 85 años de edad, la ciudad de Arequipa le tributó un gran homenaje.
 
Dean Valdivia
 
 FRANCISCO JAVIER DE LUNA PIZARRO
Entre la pléyade de hombres ilustres formados por el obispo Pedro José Chávez de la Rosa, fue figura prominente Francisco Javier de Luna Pizarro. Maestro y hombre público, cuya personalidad sobresale con propios caracteres en los albores del Perú independiente. En el primer congreso de la República ocupó el encumbrado cargo de presidente, destacándose como gran orador y profundo patriota. En 1800 se graduó de abogado, y desempeñó cátedra y el vicerrectorado del seminario de San Jerónimo. En España fue capellán del presidente del Consejo de Indias y al regresar al Perú fue incorporado al cabildo de Lima. El virrey Abascal le hizo rector de San Femando. Durante su vida religiosa fue deán, obispo de Alalia y arzobispo. El Partido Republicano le tuvo como jefe, lo que le valió destierros y persecuciones. En 1834 desempeñó la cátedra de Hacienda.
 
Francisco Javier de Luna Pizarro
 
JOSÉ GREGORIO PAZ SOLDÁN
 Tenía veinte años de edad cuando escribió, siendo profesor del seminario de Arequipa, un Tratado de derecho canónico, que llamó poderosamente la atención. De inteligencia brillantísima y gran erudición, Paz Soldán se constituyó en uno de los más prominentes personajes de la época, como jurista, hombre público, periodista combativo y maestro. Fue varias veces ministro y magistrado. En 1864 presidió el Primer Congreso Americano de Lima, imponiendo su nombre entre las grandes figuras. Como periodista combativo trabajó intensamente en el periódico La Bandera Bicolor.
 
José Gregorio Paz Soldan
 
EVARISTO GÓMEZ SÁNCHEZ
Su empecinado esfuerzo tuvo brillante culminación con la fundación de un foco de ilustración y cultura como fue la Academia Lauretana, en 1822. La Academia, de la cual formaron parte los más ilustres hombres de la época, fue la base para la Universidad de San Agustín. Gómez Sánchez fue varias veces elegido diputado y llegó a ser vocal de la corte suprema. Falleció en agosto de 1841.
 
Evaristo Tadeo Gomez Sanchez
 
MARIANO EDUARDO DE RIVERO
Nombradla internacional tuvo el sabio arequipeño Mariano Eduardo de Rivera, nacido en 1798, quien después de cursar estudios en Inglaterra presentó a la Academia de Ciencias de París su hallazgo de una nueva especie mineralógica que denominó humboltina. Desarrolló una permanente labor de fomento de la minería e industrialización del país y ha dejado abundantes trabajos que describen sus investigaciones científicas.
 
Mariano Eduardo de Rivero
 
FRANCISCO GARCÍA CALDERÓN
A los 26 años de edad publicó su Diccionario de la legislación peruana, obra en la que reveló su notable erudición. Fue, además, maestro de frenología, fisiología, matemáticas, astronomía y derecho. La Real Academia de la Lengua lo nombró socio correspondiente. Como político asumió la presidencia de la República en los difíciles años de la guerra con Chile, siendo llevado prisionero a Santiago por su inquebrantable decisión en defensa de la integridad nacional, en la que nunca claudicó. En verdad, fue un «presidente mártir».
 
Francisco Garcia Calderón
 
FRANCISCO MOSTAJO
«Hasta cuando elogia, Mostajo parece que agrediera», se ha dicho de ésta, una de las más populares figuras de la Arequipa literaria y combativa, cuya personalidad desbordante llena casi medio siglo. Mostajo nació el 3 de octubre de 1874 y desde joven su actividad intelectual cubrió los cauces de la historia, la poesía, el periodismo y la política. Su nombre está íntegramente ligado al caudillaje en Arequipa y su fogosa oratoria inflamó muchas veces al pueblo y lo condujo a estallidos libertarios; porque Mostajo fue un ardoroso defensor de la libertad y del Derecho y fundador del Partido Liberal. En 1931 fue llamado a ocupar la cartera de Justicia. Compuso poemas, narraciones, fue catedrático, crítico literario y en la magistratura alcanzó el rango de vocal. Mostajo murió el 27 de marzo de 1953, recibiendo entonces muy alto y merecido homenaje de su pueblo.
 
Francisco Mostajo
 
VÍCTOR ANDRÉS BELAUNDE
Arequipeño nacido el 15 de setiembre de 1883. Maestro, diplomático, periodista, escritor y hombre de Derecho, Belaunde llena toda una etapa de la historia diplomática del Perú, llegando a ser representante del Perú ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Profundo católico, poseedor de un patriotismo del que hacía gala, era, además, ferviente demócrata. Su actividad cultural fue muy vasta, siendo honrado por numerosas entidades nacionales e internacionales, que le solicitaron su colaboración. En 1931 fue elegido representante a la Constituyente por el pueblo arequipeño. Su obra escrita es múltiple destacando, entre otras publicaciones, La realidad nacional, Meditaciones peruanas, etc. Cuando desempeñaba la delegación del Perú ante la ONU, le sorprendió la muerte el 14 de diciembre de 1966.
Victor Andres Belaunde
 
JUAN LANDÁZURI
Ex arzobispo de Lima y primado del Perú. Nació en Arequipa el 19 de diciembre de 1913. Después de hacer sus estudios secundarios, ingresó en la Universidad San Agustín de Arequipa para estudiar Derecho, cursando el primer año de Letras. Abandona sus estudios para seguir su vocación religiosa ingresando en 1932 en la orden de los frailes menores, en la provincia misionera de San Francisco Solano. En 1939 fue ordenado sacerdote en Ocopa. Viajó luego a Roma doctorándose en Derecho Canónico en el Ateneo Pontificio Antoniano, con la mención «summa cum laude».
Hasta 1951 fue provincial de su orden en el Perú, y luego definidor general para América Latina en la curia generalicia de la orden en Roma. En 1952 fue preconizado arzobispo coadjutor y el 24 de agosto del mismo año fue consagrado en la catedral de Lima. En 1954 fue elegido vicario capitular de la arquidiócesis de Lima.
En 1956 creó la Misión de Lima, para auxilio de las barriadas, y la Oficina Nacional de Educación Católica; dio su actual organización a Cáritas del Perú. En 1962 S.S. Juan XXIII lo nombró cardenal. En 1959 convocó y presidió el XVII Sínodo Arquidiocesano de Lima, que contiene una valiosa documentación eclesiástica; en 1967 organizó la misión conciliar de Lima y entre 1968 y 1979 asistió a múltiples conferencias episcopales, especialmente las de Medellín y Puebla. Su trayectoria y prestigio le merecieron en repetidas oportunidades ser designado como legado papal en los congresos eucarísticos nacionales.
Fue condecorado con la Gran Cruz de la Orden del Sol del Perú; Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort de España; la medalla de oro de la ciudad de Arequipa, entre otras. Además, diversas universidades le concedieron el doctorado honoris causa. Su carisma personal le había granjeado el cariño de la población, por lo que su deceso, ocurrido el 16 de enero de 1997, causó honda consternación. Sus funerales, celebrados con toda pompa, convocaron a multitudes.
 
Juan Landazuri
 
 NICOLÁS DE PIÉROLA
Pequeño, nervioso, ágil, la frente despejada, la mirada firme, rápida en la concepción y en la actuación, primer auténtico conductor de multitudes en nuestra historia política, don Nicolás de Piérola, el Califa, es el abanderado de la lucha por la democracia, el derecho y el respeto a la ley.
Cuando el héroe de la Breña, Andrés A. Cáceres, mal aconsejado, trata de perpetuarse en el poder (1894), el Califa enarbola la bandera de la subversión y el 18 de marzo de 1895 irrumpe con sus guerrilleros en Lima, por la puerta de Cocharcas, apoderándose de la ciudad, quedando más de mil muertos en las calles, en la más violenta lucha callejera que recuerda la historia nacional.
«Piérola en la casa de Pizarra enseña que en apenas cuatro años de gobierno es posible levantar desde sus escombros un país en derrota, moralizar la administración pública, desterrar la adulación y el servilismo, poner en orden las finanzas, modernizar las instituciones armadas y enseñarles los límites estrictos de la alta misión que desempeñan en guarda del cumplimiento de las leyes y de la integridad del territorio» (Enrique Chirinos Soto).
Nacido en Arequipa, el 5 de enero de 1839, en el seno de una familia profundamente religiosa que lo indujo a seguir estudios en el seminario de Santo Toribio, donde llegó a vestir hábitos, fue el sostén de sus hermanos cuando, a la muerte de su padre, quedaron en la pobreza.
En 1860 deja el seminario, se dedica a actividades comerciales y se gradúa en la facultad de Derecho con una tesis sobre «El deber y la soberanía».
Poco después funda el diario conservador El Tiempo, desde el que ataca a Pezet.
A la caída del gobierno de Pezet, Piérda se dedica nuevamente al comercio, hasta que urgido por el entonces presidente José Balta acepta desempeñar la cartera de Hacienda en 1869.
El éxito de su gestión le abre las puertas de la fama y comienza a gestarse el caudillo de ímpetu arrollador en el corazón de las multitudes. Tiene condiciones para serlo. Espíritu de organización, audacia, don de mando, rebeldía y una pasión incontenible en su acción para crear en el país un auténtico espíritu democrático y de responsable respeto a la ley.
«Esas características de su personalidad lo hacen ‘conspirador impertinente’ entre 1872 y 1879; dictador egolátrico en 1880 frente a la tremenda responsabilidad de dirigir a un país invadido y vencido; peregrino en Europa y en Estados Unidos hasta 1883; perseguido y ‘fuera de la ley’ hasta 1894; caudillo triunfante en 1895; estadista eficaz en 189599, cuando se presenta, en relación con la dictadura, como si en la Grecia clásica de Alcibíades se hubiera convertido en Pericles; patriarca, santón y oráculo hasta 1913; su vida fue un luchar constante sin asustarse ante los obstáculos presentados por la naturaleza, o por las circunstancias, o por sus poderosos enemigos» (Jorge Basadre).
Después de su formidable triunfo en Lima en 1895, donde con sus guerrilleros entró a sangre y fuego en Lima, en medio de la neblina y de una lluvia de balas, Piérola realiza un gobierno de renovación y de progreso en todos los órdenes de la vida nacional. Al concluir su mandato, se niega a escuchar a quienes le aconsejan que se mantenga en el poder y cumple el mandato constitucional entregando la presidencia de la República a su sucesor legítimo. Víctima de las intrigas políticas, hostilizado por sus enemigos y desengañado, el Califa muere en Lima el 23 de junio de 1913.
 
Nícolas de Pierola
 
POETAS
Puede decirse con propiedad que con Mariano Melgar nace el verso arequipeño, quejumbroso, dolido y romántico. A su nombre, años después, se unen los de Benito Bonifaz, Ángel Femando Quiroz, Manuel Castillo, José M. Carpenter y otros, en la mitad del siglo pasado.
A este grupo pertenecen Antonio Belisario Calle, José Mariano Llosa, Abel Delgado, Samuel Velarde, Ignacio Gamio, Belisario Soto, Manuel Mansilla, Renato Morales y otros, a quienes se agregan Felisa Moscoso de Chávez e Isabel de la Fuente, sencillas, finas y delicadas.
Luego el estilo cambia y la influencia torna hacia Manuel González Prada; el verso se hace vibrante y la idea luce en los poemas de Jorge Polar, Sixto Morales, Pedro Germán Delgado, Ricardo Zúñiga Quintana, Alberto Bailón Landa y Francisco Mostajo. Este último critica sin piedad la poesía de su tiempo y aboga por las nuevas corrientes poéticas, sin que él mismo lograra ponerse a tono con el modernismo imperante.
Los poetas nacidos al filo de 1900 se consagran en el grupo Aquelarre, francamente modernistas. Allí están Percy Gibson, César Atahualpa Rodríguez, Federico Segundo Agüero Bueno, Belisario Calle y Renato Morales de Rivera, todos ellos auténticos poetas que incluso se adelantan al grupo Colónida de Lima. Poco después, Alberto Guillén y Alberto Hidalgo surgen con poemarios de altísima valía, especialmente Hidalgo que rompe moldes y crea nuevas formas de expresión literaria, en una renovación constante que le coloca entre los primeros vates de Hispanoamérica.
Manuel Gallegos Sanz, Mario Chabes, Pedro Arenas Aranda, Jorge Bacacorzo y Guillermo Mercado suceden a los anteriores. El primero con poesía campera, pegada a la tierra; y el último con vigorosa inspiración que vuelve la cara hacia la tragedia del indio y se encama más acentuadamente en el hombre mismo.
 
PROSISTAS Y NARRADORES
La narrativa arequipeña tiene su más alta expresión en Augusto Aguirre Morales (18881957). Entre los hombres de su generación es indiscutiblemente quien alcanza los más altos logros literarios, por su auténtica vocación y la ambiciosa grandeza de sus concepciones, que alcanzan cabal expresión en su novela El pueblo del sol, que logró fama continental, comparándola los críticos con la famosa Salambó. Publicó otras novelas, como Flor de ensueño, La medusa, Devocionario, La justicia de Huayna Cápac y numerosos cuentos. Como periodista, trabajó en los diarios Universal y La Crónica, de Lima. Durante su juventud editó varias revistas literarias y colaboró con profusión en otras. Es especialmente notable la serie de artículos publicados sobre el deán Valdivia, poco antes de su muerte.
Contemporáneo de Aguirre Morales fue Juan Manuel Oso rio, otro narrador distinguido y, antecediéndoles, Juan Manuel Polar, escritor castizo, autor de Don Quijote en Yanquilandia y numerosos relatos de calidad literaria.
En los últimos tiempos destacan Juan Manuel Cuadros, escritor costumbrista; Alfredo Arispe, con su novela Dios y el gato; Olivares del Huerto, también costumbrista; Oscar Silva, Gastón Aguirre Morales, Antonio Cornejo Polar.
Párrafo especial requiere Mario Vargas Llosa, el gran novelista de fama internacional, en cuya dilatada carrera literaria pueden distinguirse tres etapas. La primera (de 1959 a 1969) abarca sus primeros diez años como escritor, cuando publica cinco títulos: Los jefes, La ciudad y los perros, La Casa Verde, Los cachorros y Conversación en La Catedral, en las que su afán primordial fue innovar la narrativa tradicional latinoamericana.
Poco antes había incursionado en el periodismo como reportero radial y en el desaparecido diario La Crónica, experiencia que no solamente significó un trabajo, sino también la oportunidad de iniciar su estilo narrativo característico, ágil y directo.
En esta etapa, Vargas Llosa se declaró partidario de las posiciones políticas de izquierda, en especial de las encarnadas por la revolución castrista en Cuba, con las que rompería años más tarde. Su progresivo alejamiento de la izquierda lo llevó, finalmente a adherirse a los planteamientos neoliberales en los años 80.
Su segunda etapa es la de los años 70, cuando solamente publicó Pantaleón y las visitadoras (1973) y La tía Julia y el escribidor (1977), en las que aparece el humor como elemento importante.
La tercera etapa se inicia con La guerra del fin del mundo (1981), a la que siguen Historia de Mayta, ¿Quién mató a Palomino Molerol, Elogio de la madrastra, El hablador, Lituma en los Andes y Los cuadernos de don Rigoberto.
Vargas Llosa es miembro del Pen Club internacional, de la Academia Peruana de la Lengua y de la Real Academia de la Lengua Española. Ha sido además galardonado con el «Premio Príncipe de Asturias», el «Premio Cervantes» y recientemente el «Premio de la Paz de los libreros alemanes», entre otras notables distinciones.
Su incursión en la política, primero como opositor a la estatización de la Banca (1987) y luego como candidato presidencial por el Fredemo (1990), terminó con el fracaso en las urnas. El escritor plasmó sus vivencias de esta etapa en El pez en el agua (1993), polémico libro de memorias. Su obra está traducida a todos los idiomas importantes y es, sin duda, el más reconocido y laureado novelista peruano.
 
PINTORES
La pintura arequipeña ha logrado muy altas expresiones. Es, tal vez, una de las manifestaciones artísticas más copiosas.
Arequipa dio dibujantes de fama internacional como Julio Málaga Grenet, Manuel Benavides Gárate, Julio César Málaga, Joel Marroquín, Carlos Vargas y Raúl Valencia; y pintores como Jorge Vinatea Reynoso, Casimiro Cuadros, Mario Agostinelli, Víctor Mendivil, Fernando Zevallos, Augusto Aguirre de la Fuente, Víctor Martínez Málaga, Teodoro Núñez Ureta, Carlos Trujillo, Manuel Morales Guzmán, José Marcelo Uría, Alejandro Núñez Ureta, Percy Murillo, Oswaldo López Galván, Enrique Urízar, Carlos de la Riva, Carola Arrisueño, Federico Molina y otros. Cabe destacar la existencia de nuevos pintores jóvenes cuya capacidad plástica está logrando los primeros éxitos.
Todas estas personas o personajes ilustres de Arequipa han trascendido en el tiempo, es por eso que se les nombra de alguna u otra forma en este artículo.

La semana Santa Arequipeña

 
Las costumbres populares de Arequipa están muy relacionadas con las efemérides religiosas. Así, por ejemplo, el aniversario de la ciudad, que se celebra el 15 de agosto, es también el día de la venerada Señora de la Asunción. Las misas y procesiones se suman a los desfiles de carros alegóricos, la elección de reinas y los bailes sociales.
 
Semana Santa en Arequipa
 
En el caso de la Semana Santa, existe un variado conjunto de celebraciones que, siguiendo el patrón dictado por la ciudad del Misti, se cumplen en forma semejante en todas las localidades del departamento. Durante esa semana, en las calles, la fiesta religiosa se complementa con la degustación de bizcochos, dulces criollos y la compra de objetos devocionales de artesanía.
En la ciudad de Arequipa, la celebración del Domingo de Ramos empieza con la salida, de los templos Santa Teresa y Santa Catalina, de sendas imágenes de Jesús montado en un borrico de yeso, seguido de fieles que llevan palmas entretejidas deseando ser bendecidos. En la tarde se realiza la procesión del Señor del Gran Poder, que sale de la Catedral y recorre el centro de la ciudad para luego volver a su templo.
El Lunes Santo es la procesión del Señor de la Caridad, cuya imagen tiene semejanza con el famoso Cristo de Velázquez. La procesión sale de la iglesia de Santa Marta y se detiene en Santa Teresa y Santa Catalina, recibiendo en el camino numerosos homenajes mediante figuras florales, hechas con admirable artesanía. Es también tradicional en esta fecha comprar cirios decorados, que los fieles llevan durante las procesiones.
El Martes Santo es la procesión de La Macarena, que sale de la iglesia de la Compañía. Se le rinde culto a la usanza sevillana, con encapuchados y cirios color granate.
El Miércoles Santo sale del templo de La Merced el Señor de la Sentencia, que es un lienzo que muestra a Jesús ante Pilatos.
El Jueves Santo es el día del “recorrido de los monumentos”, que consiste en visitar los altares, especialmente arreglados, de diversas iglesias desde las 6 de la tarde, conmemorando la Última Cena. Ha sido costumbre antigua que en este día se escenifiquen en los atrios de las iglesias momentos significativos de la Pasión.
El Viernes Santo empieza al mediodía con el sermón de las tres horas y la procesión del Santo Sepulcro o Cristo yacente, que sale de Santo Domingo en una urna de cristal. Por una acera van los hombres y por otra las mujeres, y cierra la procesión la Virgen de los Dolores. Ese día se come pescado, mariscos y mazamorras típicas. La noche del viernes se vela la imagen del Cristo yacente. Los fieles se acercan a la imagen con algodones benditos y tocan sus heridas mientras rezan a coro el rosario. El culto del Sábado Santo empieza a la medianoche con la misa de gloria y resurrección.
En la madrugada del Domingo de Pascua se queman imágenes de Judas el Traidor y se arrojan al aire, para los niños, bolsas con 30 monedas. La más tradicional “quema de Judas’’ se realiza con gran espectacularidad en Yanahuara, con profusión de fuegos artificiales. Antes de la quemazón se lee el “testamento de Judas”, que permite al pueblo caricaturizar libremente a las autoridades. El resto del día domingo es de picantería.

Peleas de toros

 
Una de las costumbres más peculiares y características de Arequipa es la de las peleas de toros. Actualmente la fecha central para este tipo de eventos es el 15 de agosto, aniversario de la fundación española de la ciudad, ocasión en la que se reúnen en las inmediaciones del coso arequipeño los criadores con sus mejores ejemplares para disputar, en medio de una gran expectativa, el trofeo Astero de Plata, otorgado por la Asociación de Criadores de Toros de Pelea.
 
Peleas de toros en Arequipa
 
Son diversas las versiones acerca del origen de estas tradicionales peleas, probablemente únicas en el mundo, pero cuyos antecedentes podrían remontarse al antiguo Egipto. Algunos citan un edicto del cabildo arequipeño del 10 de agosto de 1555, en el que ya se mencionan. Otros, más rigurosos, consideran que el registro más antiguo de ellas es una nota periodística publicada el 10 de mayo de 1881, que informa de una pelea de toros, del numeroso público que congregó y las importantes cantidades de dinero que se apostaron en ella. En poco tiempo la noticia dejó de ser una rareza, y ya en 1889 se realizaban, en la plaza de Cayma, 25 peleas de toros en un solo día. Desde entonces estos eventos se han ido arraigando en todo el departamento y haciéndose cada vez más populares y coloridos. Descendientes de los antiguos bueyes de yunta que comenzaron a llegar a la región en 1546, los toros de pelea son criados con la mejor alimentación y cuidados —“es el ganado más engreído de todos”, según un especialista—, lo que les permiten desarrollar a plenitud su tamaño y fuerza. Además, son sometidos a un riguroso proceso de entrenamiento, durante el cual aprenden a confiar plenamente en sus amos, pues los toros de pelea son feroces con sus semejantes, pero mansos y obedientes con las personas. Algunos de estos toros se han hecho famosos por su valentía y braveza, como Menelik, campeón de las peleas de 1946, que llegó a sumar más de doce victorias.
El día central de estos combates se reúnen los criadores con sus mejores ejemplares, los padrinos (que son quienes ofrecen el dinero de los premios) y un numeroso y entusiasta público conformado por aficionados locales y turistas. Se efectúa un promedio de doce peleas, con un tiempo límite de 15 minutos para cada una. Antes de pelear, los toros son sometidos a un día de ayuno (para darles más ferocidad) y sus cuernos son prolijamente afilados. Durante la lid, los animales están todo el tiempo dirigidos por sus amos, quienes les ordenan cuándo embestir y cuándo retirarse. El toro ganador es llevado al estrado oficial por su amo, donde es premiado y bañado con cerveza para refrescarlo del esfuerzo de la contienda.
Hoy los toros de pelea son una raza especial, producto del cruce de los toros de lidia españoles y el conocido toro serrano, enriquecida además con los aportes de la raza Holstein, de mayor tamaño. Las peleas de toros, siempre supervisadas por la ACTP, se han constituido ya en el centro de las celebraciones en las festividades de distritos arequipeños como Sabandía, Characato, Socabaya o Tiabaya.

El habla popular y la música

 
La región arequipeña, no sólo la ciudad del Misti, tiene su propio acento mestizo el cual se ha vuelto una costumbre común, así como decires y refranes típicos. Abundan los quechuismos, como llamar pajla al calvo, ccala (y no calato) al desnudo y huíshuí a lo grasiento y desaseado. Hay un abundante vocabulario lleno de inflexiones sarcásticas contra ricos y poderosos, como chinicolquero (chacarero que no trabaja y vive de sus rentas) y quirco (fatuo, arrogante). También abundan usos verbales insólitos o arcaicos, como decir saber por soler y recoger por llegar: “¿A qué hora sabe usted recogerse a su casa?”. La minería y los ferrocarriles introdujeron anglicismos muy peculiares, como “poner breque’’ (poner freno, derivado de to brake, ‘frenar’ en inglés) y ser un “jedeche” (alguien molesto, derivado de head oche, ‘dolor de cabeza’ en inglés). El habla más peculiar y enjundiosa la tienen los characatos, cuyas expresiones han dado lugar a piezas literarias no aptas para forasteros.
 

Wititi

 
Es una danza que también tiene el nombre de Wifala, mayormente es bailada en Caylloma el mes de Diciembre para celebrar la fiesta de la Virgen Inmaculada. Esta danza típica quiere dar un tributo a la Pachamama que significa Madre Tierra, a la misma vez se celebra la unión de la mujer con el varón, en este baile tradicional se utilizan muchas plantas de la región.
 
Danza Wititi
 
También dicen que anteriormente se usaba para realizar enfrentamientos entre varones jóvenes y el que ganaba tenía derecho de elegir una joven soltera para hacerla su esposa, un antiguo mito cuenta que un persona enamorado de  una hija del Inca trataba de entrar al Templo de Coporaque disfrazándose de mujer utilizando esta danza llegando a lograr ingresar.

Turcos de Cacharpari

 
Como muchas danzas de Arequipa esta también proviene de la provincia de Caylloma, donde los campesinos dan un homenaje al que consideran su santo patrón San Isidro, agradeciéndole sus buenas siembras o cosechas en la iglesia mas cercana al pueblo interpretando y bailando alegremente esta danza.
 
Turcos de Chacharpari

Turcos de Arequipa

 
Esta danza folklórica también pertenece a la provincia de Caylloma, la cual es usada como un rito cristiano católico, hace recordar la buena aceptación del cristianismo en el departamento representan a la misma vez la adoración a la Virgen María. El baile toma su nombre recordando que los españoles vencieron a los turcos conjuntamente imponiendo el cristianismo en muchos lugares, es por esto que muchas personas celebran un solo aspecto de esta danza o los dos motivos.
 
Turcos de Arequipa
 

Pisado de Habas

 
Este baile es usado para celebrar las actividades de agricultura y ganaderas, es originaria de la provincia de Caylloma, como su mismo nombre lo dice consiste en el pelado de habas con el pie, las cuales primero eran secadas para después ser peladas con los pies con la supervisión de una pareja de patrones o jefes y es así que nace este baile haciendo recordar esta costumbre antigua en todo el Perú.
 
 
Pisado de Habas

Pampeña Arequipeña

 
Es una variación o tipo de Huayno tomando su nombre debido que Arequipa ha tenido en su historia muchos inmigrantes de Puno que ocupaban la zona sur arequipeña que era antes conocida con el nombre de la Pampa por tener una plana y extensa relieve, en ese entonces los habitantes de ese lugar eran casi todos de Puno, el creador de este género fue Benigno Ballón Farfán un compositor y músico muy conocido de esos tiempos.
 
Pampeña Arequipeña

Negrillos de Chivay

 
Como muchas otras danzas esta pertenece a la provincia de Caylloma y especialmente a su distrito Chivay que representa a las personas de piel negra después de terminar con la esclavitud que había por estos lugares, dando a conocer sus principales actividades que realizaban como la agricultura, ganadería, pesca y producción de pan.  Los danzantes representan a la población de piel negra libre llevando canastones en su cabeza con productos que recolectaban en los sembríos.
 
 
Negrillos de Chivay

Marinera Arequipeña

 
La danza nace entre los años 1867 y 1895 en los cuales se mantenía una guerra por la libertad de la patria, en esa época los campesinos de Arequipa hacían sonar las campanas de la catedral de la ciudad y agarraban sus armas para apoyar en la guerra que se venía dando, también siendo seguidos por las mujeres que los apoyaban, donde después festejaban los triunfos que tenían estas peleas con el baile que después fue llamado el Montonero y actualmente es más conocida como la Marinera Arequipeña. Este baile fue compuesto por Jorge Huirse Reyes y adaptado por Fernando Valdivia con el cantante Julio Santos Gonzales y los Violines de Lima, esta danza es muy conocida en todo el Perú.
 
Marinera Arequipeña

Danza del Chaco

 
Es representativa  de la pampa Cañahuas celebrando la captura de las vicuñas que habitan el departamento de Arequipa lo cual llaman Chaco, antiguamente se realizaba como un rito para que la cantidad de camélidos y especialmente las vicuñas no descendiesen. Actualmente se baila para celebrar que con la piel de la vicuña se pueda realizar uno de los tejidos más finos en el Perú y todo el mundo.
 
Danza del Chaco