lunes, 24 de agosto de 2015

Peleas de toros

 
Una de las costumbres más peculiares y características de Arequipa es la de las peleas de toros. Actualmente la fecha central para este tipo de eventos es el 15 de agosto, aniversario de la fundación española de la ciudad, ocasión en la que se reúnen en las inmediaciones del coso arequipeño los criadores con sus mejores ejemplares para disputar, en medio de una gran expectativa, el trofeo Astero de Plata, otorgado por la Asociación de Criadores de Toros de Pelea.
 
Peleas de toros en Arequipa
 
Son diversas las versiones acerca del origen de estas tradicionales peleas, probablemente únicas en el mundo, pero cuyos antecedentes podrían remontarse al antiguo Egipto. Algunos citan un edicto del cabildo arequipeño del 10 de agosto de 1555, en el que ya se mencionan. Otros, más rigurosos, consideran que el registro más antiguo de ellas es una nota periodística publicada el 10 de mayo de 1881, que informa de una pelea de toros, del numeroso público que congregó y las importantes cantidades de dinero que se apostaron en ella. En poco tiempo la noticia dejó de ser una rareza, y ya en 1889 se realizaban, en la plaza de Cayma, 25 peleas de toros en un solo día. Desde entonces estos eventos se han ido arraigando en todo el departamento y haciéndose cada vez más populares y coloridos. Descendientes de los antiguos bueyes de yunta que comenzaron a llegar a la región en 1546, los toros de pelea son criados con la mejor alimentación y cuidados —“es el ganado más engreído de todos”, según un especialista—, lo que les permiten desarrollar a plenitud su tamaño y fuerza. Además, son sometidos a un riguroso proceso de entrenamiento, durante el cual aprenden a confiar plenamente en sus amos, pues los toros de pelea son feroces con sus semejantes, pero mansos y obedientes con las personas. Algunos de estos toros se han hecho famosos por su valentía y braveza, como Menelik, campeón de las peleas de 1946, que llegó a sumar más de doce victorias.
El día central de estos combates se reúnen los criadores con sus mejores ejemplares, los padrinos (que son quienes ofrecen el dinero de los premios) y un numeroso y entusiasta público conformado por aficionados locales y turistas. Se efectúa un promedio de doce peleas, con un tiempo límite de 15 minutos para cada una. Antes de pelear, los toros son sometidos a un día de ayuno (para darles más ferocidad) y sus cuernos son prolijamente afilados. Durante la lid, los animales están todo el tiempo dirigidos por sus amos, quienes les ordenan cuándo embestir y cuándo retirarse. El toro ganador es llevado al estrado oficial por su amo, donde es premiado y bañado con cerveza para refrescarlo del esfuerzo de la contienda.
Hoy los toros de pelea son una raza especial, producto del cruce de los toros de lidia españoles y el conocido toro serrano, enriquecida además con los aportes de la raza Holstein, de mayor tamaño. Las peleas de toros, siempre supervisadas por la ACTP, se han constituido ya en el centro de las celebraciones en las festividades de distritos arequipeños como Sabandía, Characato, Socabaya o Tiabaya.

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